miércoles, 11 de enero de 2012

Y tú sirves, o te sirves

Está claro que en esta vida hay que “servirse de” las cosas para poder vivir y disfrutar de lo que se nos ha regalado, “como Dios manda” (siguiendo la expresión popular). El servicio a los demás ha sido ejemplificado por muchos a lo largo de la historia, hoy día también, siguiendo el mayor ejemplo: el de Jesucristo. Pero, al igual que esto es cierto, también lo es, que a lo largo de la Historia ha habido gente, y la hay hoy, que ha utilizado el “servirse de” cómo sinónimo de “a costa de” o “aprovecharse de”, trabajando el Yo, en vez del y del Nosotros, poniendo a su servicio (que no es lo mismo que servir) a las personas que tiene alrededor (respecto a servirse de las cosas doy por supuesto que también lo hacen), utilizando a los demás para sus propios proyectos, intereses o egoísmos, incluso en algún caso ideologías.

Normalmente esta postura está relacionada con cierta ceguera, ven lo que quieren o, dicho de otra forma, no quieren ver ciertas cosas (de nuevo por egoísmo, interés o incluso ideología). También viene acompañada de nuestra amiga la “comodidad”, algo que no siempre tenemos y que cuando está a nuestro alcance nos puede atrapar, a veces “con” y otras “sin” nuestro consentimiento. Los síntomas son: demasiada tranquilidad, flojedad de trabajo, espiritualidad fofa, estaticidad mental e incluso física, conformismo, escusas varias,…

Al igual que no es lo mismo “reírse de” que “reírse con” tampoco lo es “servirse de” que “servirse con”. La solución, una vez más nos la da el Señor, desde el AT y NT:

§ Jr 11, 19: 19 yo les daré un solo corazón y pondré en ellos un espíritu nuevo: quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, 20 para que caminen según mis preceptos, observen mis normas y las pongan en práctica, y así sean mi pueblo y yo sea su Dios”.

§ Mt 20, 28: “28 de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»”

Dos caminos, entre otros, aparecen en nuestra reflexión:

  • El que indica el subrayado (de nuestro texto).
  • El que indica la cursiva (de nuestro texto).

Cada cual que elija, somos libres, pero también responsables de nuestras elecciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario