sábado, 17 de septiembre de 2011

Piedras vivas

¡Qué grande es poder sentir a Dios cada momento!, saber que está contigo, saber que te ha acompañado durante todo el día (aunque en algunos momentos no te des cuenta, o simplemente estés preocupado de "cosas humanas": trabajo, cabreos, tonterías que te dicen... Cuando comienza un nuevo día me levanto con esta sensación y sentimiento: "Gracias Señor, por este día que me das, un día que puedo compartir contigo y con mis hermanos, que agraciado soy", por la noche o durante el día, cualquier momento de tranquilidad es bueno, recopilo lo vivido para aprender y dar gracias, porque no puede ser de otra forma, ¿cómo no dar gracias por todos estos regalos? Sé que no todos vivimos ésta situación, yo también tengo momentos menos gratos, ¡menos mal!, como dice una buena amiga y compañera mía, así te queremos Nacho, humano. No hay que tener miedo a ser humano, al revés, demos gracias por poder serlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario