Lc 24, 35-48
Hoy es domingo, el día del Señor (aunque los son todos los
días, hoy es especial). En el Evangelio de hoy podemos ver como los discípulos aun
habiendo visto que Jesús había resucitado (Lc 24, 34), piensan que es un
fantasma, tienen miedo. Jesús ante esto les muestra que no es así, y se lo
muestra, como diríamos hoy, en vivo y en directo y con las marcas de guerra (“les
mostró las manos y los pies”, para que vieran las cicatrices). Ante esto
todavía no creían del todo, es curioso que se puede no creer por falta de
confianza o por demasiada alegría, me explico, o bien porque no confías, no te
convence, o bien, porque lo ves tan grande, tan maravilloso que te parece
demasiado para que pueda ser cierto, para que pueda ser verdad, ambas cosas les
pasó a los discípulos, primero por miedo y falta de confianza y luego por causa
de la alegría, asombrados. Jesús sigue mostrando quien es no sólo comiendo y
bebiendo, sino explicando lo que las Escrituras dicen de Él, para que los
discípulos comprendan y vean que todo se ha cumplido. Jesús les sigue enseñando
como Maestro y les convierte en testigos de su resurrección, de su vida, de su
persona, de su misión.
Feliz día de Domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario