domingo, 22 de abril de 2012

Comentario al Evangelio

Lc 24, 35-48
Hoy es domingo, el día del Señor (aunque los son todos los días, hoy es especial). En el Evangelio de hoy podemos ver como los discípulos aun habiendo visto que Jesús había resucitado (Lc 24, 34), piensan que es un fantasma, tienen miedo. Jesús ante esto les muestra que no es así, y se lo muestra, como diríamos hoy, en vivo y en directo y con las marcas de guerra (“les mostró las manos y los pies”, para que vieran las cicatrices). Ante esto todavía no creían del todo, es curioso que se puede no creer por falta de confianza o por demasiada alegría, me explico, o bien porque no confías, no te convence, o bien, porque lo ves tan grande, tan maravilloso que te parece demasiado para que pueda ser cierto, para que pueda ser verdad, ambas cosas les pasó a los discípulos, primero por miedo y falta de confianza y luego por causa de la alegría, asombrados. Jesús sigue mostrando quien es no sólo comiendo y bebiendo, sino explicando lo que las Escrituras dicen de Él, para que los discípulos comprendan y vean que todo se ha cumplido. Jesús les sigue enseñando como Maestro y les convierte en testigos de su resurrección, de su vida, de su persona, de su misión.
Feliz día de Domingo.

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