Jn 6, 22-29
El Evangelio de hoy nos muestra algunos de los seguimientos
de Cristo, no todos eran por fe, y es normal, la gente tenía hambre, tenía sed,
tenía necesidad. Cristo no viene al mundo para darnos simplemente comida
material, sino la comida que nos da Vida (con mayúsculas), viene a traernos a
Dios en persona para que podamos comprender y llegar a ser lo que siempre ha
querido Dios que seamos, hombres y mujeres plenos. Jesús invita a reflexionar
sobre dos cosas: ¿Qué nos mueve a buscar a Dios? ¿De qué tenemos hambre? La contestación
nos la da también el mismo Jesús, creed en mí, no hace falta que hagáis nada
más, no hace falta hacer maravillas, ni locuras, simplemente seguidme, creyendo
que Yo soy el camino, la verdad y la vida (el enviado de Dios Padre), ponte en
mis manos, diciendo: “Aquí estoy, Señor, hágase en mi según tu Voluntad”. No
hace falta que cambies para seguirme, el seguirme te cambiará.
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